martes, 7 de enero de 2014

Ana Inés Jabarés, escenógrafa: "Antes de ganar el Linbury, llegué a enviar cien currículos en un solo día"

Y aquí, la fotografía que le hizo Paco Rodríguez.
En el mensaje de Nochebuena del rey, es un escenógrafo quien decide colocar al monarca delante de una foto familiar, junto al belén o solo con la bandera de España. El asunto da para sesudas interpretaciones, así que imagínense lo que es esa labor en el teatro, la ópera, una película o el vídeo musical de Beyoncé. A todo eso se dedica Ana Inés Jabares Pita (A Coruña, 1987). Ha sido recibir el premio Linbury de escenografía y que todos los directores artísticos de los teatros de Inglaterra quieran trabajar con ella. 

—Es el premio más prestigioso al que puede aspirar un escenógrafo en ciernes. 
—Te permite avanzar diez años de golpe en tu carrera. En el jurado estaba, por ejemplo, Es Devlin, la escenógrafa de Lady Gaga y de la ceremonia de clausura de las últimas Olimpiadas. 

—Que ahora conoce su trabajo. 
—Sí, esto me ha permitido empezar a vivir de lo que me apasiona y darme a conocer. Desde que gané el premio, recibo ofertas de trabajo todos los días. 

—Usted ya estaba ahí pero, de repente, todos la ven. 
—Tengo la misma experiencia que hace un mes, pero ahora me llaman directores artísticos de todos los teatros de Inglaterra. Esto es un poco de locos... 

—¡La visibilidad que da un premio! La pillo en plena transformación de junior a senior. 
—Hasta ahora vivía en una habitacioncita de 10 m2 en Londres, y ahora tengo que coger un estudio, contratar asistentes, tener un agente... Estas son mis últimas vacaciones en años, probablemente. 

—¿Se imaginaba que conseguiría alcanzar sus metas tan pronto? 
—Tras acabar el máster de escenografía en la Royal Central School of Speech and Drama de Londres, dediqué un año entero a conseguir trabajo. Me puse ese plazo de tiempo. Si no lo conseguía, me buscaría otra cosa. 

—Le salió bien la jugada. 
—Estoy que no me lo creo. 

—Pero una no nace queriendo ser escenógrafa. No es una profesión muy común. ¿Cómo llega a este mundo? 
—Yo no decía de pequeña «quiero ser escenógrafa». Pero ahora veo que lo tengo todo: pintura, escultura, música, iluminación, vestuario, maquillaje... 

—Todo lo que le gusta. 
—Sí, y en una sola profesión. Hago teatro, cortos, películas... Me interesa también el Site-Specific. Te dan un espacio —una casa, un almacén, un bar...— y tienes que montar una obra de teatro en ese sitio. 

—La ópera es su especialidad. 
—Es lo que más me atrae. Me gustaría abrir la ópera a otros públicos. Sé que se puede hacer que vaya más gente joven. Además, mi formación musical _estudio canto desde niña y he actuado tanto con el Coro Joven de la Orquesta Sinfónica de Galicia como con el coro Gaos_ me permite aportar la mirada del intérprete a la escenografía. 

(Sigue...)


Además de ganar el Linbury de escenografía, el trabajo de Ana Jabares ha sido escogido por el Teatro Nacional de Escocia para el montaje de la obra The Driver’s Seat. Doble premio. 

—¿Cómo ha cambiado su vida desde que llegó a Londres? 
—Lo que me está pasando es increíble. No me esperaba ganar el premio. Estoy feliz. Para encontrar trabajo, llegué a enviar cien currículos en un solo día. Y, aún encima, personalizados. Me hice una tabla mirando lo que le gustaba a cada director y les mandé propuestas diferentes. Entonces fue cuando empecé a tener respuestas. 

—Buscar trabajo lleva tiempo.
—Creo que hay que ser muy persistente. Si tienes claro lo que quieres, haces lo que sea por conseguirlo. Para optar al Linbury, me pasé tres meses sin salir de mi habitación, con la maqueta delante. Era lo primero que veía al despertarme y lo último antes de dormir. 

—¿De dónde saca las imágenes para dar forma a sus ideas? 
—Me estimula mucho ir a museos, ver obras de teatro... Esto es más amplio que solo hacer decorados para teatro y televisión. Es más experimental. Tiene que ver con diseñar una idea entera, no solo un decorado bonito. Trabajas con el director y con él desarrollas el concepto de toda la obra. 

—¿Se dejan aconsejar tanto? 
—Hay directores que les gusta tenerlo todo bajo control y supervisan hasta la última cortina que está en el escenario. Yo prefiero el trabajo en equipo.