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| Paco Rodríguez situó a I. Cuadrado en el centro de un círculo |
—¿Cómo comunican nuestros políticos?
—Mal. No se trabaja sobre la autenticidad del mensaje o sobre el contenido. Hay demasiada mentira y eso es lo que comunican. En mi país también lo veo.
—¿La Kirchner miente?
—Todos. Son grandes actores queriendo convencer para ganar ventaja. Comunican sobre la base de un interés mezquino. Ana Botella lo hizo fatal.
—¡Glups! Estaba a punto de sacarle el tema.
—Fue un horror. No por lo que dijo, sino por cómo pronunció el discurso de Madrid 2020. Se le notaba mucho su deseo de que la creyeran.
—Y no nos la creímos. Todo lo contrario de lo que pasó con Gasol, que emocionó ante el COI.
—Exactamente, porque ahí había corazón. Es el ejemplo de una persona que, cuando habla, entrega algo de sí misma.
—Con el reciente accidente de tren de Santiago, algunos políticos pronunciaron reiteradamente mal la palabra víctima. Decían “víz-ti-mas”.
—Si tienes un fallo de dicción, debes trabajar para mejorarlo. Y darle importancia a la comunicación no verbal.
—En la campaña electoral alemana, están utilizando el clásico gesto de las manos de Angela Merkel hasta como eslogan: “Alemania en buenas manos”.
—Nuestra palabra dice un mensaje, pero lo que prima es el lenguaje gestual y corporal. El trabajo con la mirada es básico.
—¿Cree que debería existir la asignatura de hablar en público?
—¡Por su-pueeeesto! Es algo fundamental. En Estados Unidos, los niños se enfrentan a este tema desde la primaria.
—Claro que su país no se queda a la zaga. ¿Por qué los argentinos tienen tan dominado el arte de la palabra?
—Porque disfrutamos conversando. Y este hábito nos viene de lejos. Buenos Aires es una ciudad hecha de inmigrantes, que se tuvieron que buscar la vida para salir adelante.
—¿Su mejor cuento en un tuit?
—Le digo uno que me gusta aunque no es mío: «Eran dos que tenían un amor tan secreto, tan secreto, que ni ellos lo sabían».
—En su tarjeta de presentación pone que es «Axente das palabras». ¿Cómo se describiría?
—Mi forma es porteña; mi esencia es gallega; mi corazón es agua; mi palabra es viento; y mis raíces, entre piedras, tocan el sol. Lo acabo de improvisar.
El diagnóstico de una enfermedad llevó a María Inés Cuadrado López a darle un giro a sus inquietudes profesionales. Este mes de septiembre estrena Crearte Salud, destinado a mejorar la vida de las personas a través del arte. El próximo jueves 19, a las 20 horas, y el sábado 21, a las 13 horas, atenderá a los interesados en apuntarse en Rey Abdhulla, 12.
—Así que su Estudio de expresión oral amplía miras. Además de los talleres de técnica vocal y cuentacuentos, aborda la salud.
—Sí. Abro la oferta a actividades que tienen que ver con el bienestar, pero siempre sobre la base de las artes escénicas, la expresividad y la creatividad.
—¿Cuando enfermamos nos convertimos en otra persona?
—No nos comunicamos bien y los otros no nos entienden. El que está a nuestro lado se siente impotente. Las técnicas teatrales nos van a servir para fortalecer esa comunicación.
—No solemos acertar. Es fácil caer en un exceso o en un defecto de atención para no atosigar a la persona enferma.
—A mí me pasa con mi madre que va un paso por delante de mí. Me habla de que hay un nuevo tratamiento, que esto, que lo otro... Yo le digo que mi enfermedad es mía. Ya sabré yo cuándo necesito averiguar más.
—¿A usted qué le hace feliz?
—Reírme, correr bajo la lluvia, nadar en el mar, correr con viento, abrazar a la gente que quiero. Y ser útil con mi profesión.
