sábado, 9 de febrero de 2013

"Estuve pelando patatas quince días para descubrir un fraude"

Josefina Domínguez, única mujer detective en A Coruña
La sustituta del detective Napoléon se llama Josefina y es francesa de nacimiento
(Entrevista escrita por Loreto Silvoso y publicada en La Voz de Galicia el domingo, 10 de febrero del 2013. Aquí va la versión completa)

Y aquí, la tremenda foto de Gustavo Rivas. Josefina pidió no ser muy reconocible de frente.


Napoleón y Josefina apuran el último cigarro que se fumarán juntos en la vieja oficina de Marqués de Amboage, mientras en la calle cae una lluvia intensa. El tabaco negro disfraza el aroma a humedad que impregna el ambiente. A su alrededor, todo está destartalado o metido en cajas. Poco queda del esplendor que hizo de Napoleón una referencia en la investigación privada de la ciudad. El emperador se jubila pero ya tiene quien ocupe su trono: una escurridiza abogada nacida en Francia y con licencia de detective. Josefina Domínguez (Fourmies, 1964) lleva 23 años trabajando con Napoleón pero ahora se independiza. "¿Podría no salir de frente en la fotografía? Tengo casos pendientes de resolver".

-¿Cuántos detectives le pondría detrás a Luis Bárcenas?
-¡Muchos! Pero seguro que ya se los han puesto, ja, ja.


-¿Qué le gustaría investigar y no ha podido?
-La estafa de las preferentes. Me gustaría saber de verdad cómo se engañó a esa gente.

-¿No es un poco cansino esto de tener que ir todo el día de incógnito?
-Al contrario. Como investigadora privada me creo un papel para cada caso y trato de llevar la lección bien aprendida para trasmitir seguridad. Una vez me hice pasar por veterinaria y acabé pasando consulta a un perro que tenía depresión.

-¿De  qué iba el caso?
-Fue en Ferrol. Yo tenía que descubrir de dónde procedía la carne que se distribuía en un mercado. Como veterinaria, di el pego.

-¿Nunca la han pillado en un renuncio?
-Un vez me confundí la foto del hombre que tenía que localizar. Llegué a su portal, le pregunté a un vecino y resulta que era él. Me tuve que salir por la tangente.

-¿Qué pasa si le sale mal?
-Tienes que llevar siempre un plan B. Aquel día saqué una factura de una televisión y le dije que le buscaba por eso. Que en la tienda donde debía el dinero estaban muy enfadados. A la gente si le echas una bronca, la descolocas.

-Parece usted una actriz más que una detective privado. 
-Pues sí, porque en cada caso, te tienes que meter en un personaje distinto. Yo he hecho de galerista de arte y hasta de pinche de cocina. En ese restaurante se robaban víveres a diestro y siniestro. Lo descubrí después de estar pelando patatas durante quince días. La jefa me trataba fatal.

-Es más agradable hacerse pasar por galerista de arte.
-Pues tuve que chapar bastante pero me ayudó el hermano de Napo, que es pintor y escultor y al final coló. Logré convencer a uno de que estaba montando una exposición en La Toja. En el arte hay muchas mafias metidas.

-¿Alguna vez se ha sentido en peligro?
-He corrido riesgos, sobre todo con los casos relacionados con las drogas, pero peligro, no. Por si acaso, nunca digo si estoy casada, soltera o si tengo hijos. No digo donde vivo y no doy mi teléfono privado, por si acaso.

“En las películas el detective siempre es un policía retirado o un guaperas”

Josefina Domínguez pertenece a la junta directiva del Colegio de Detectives de Galicia (Codega) y carga contra el intrusismo en el sector. “Hay tres temas a tener en cuenta a la hora de contratar a un investigador privado: que tenga licencia, que te firme un contrato y que te dé un presupuesto. No salimos tan caros como la gente piensa”.

-Los jueces ya no exigen un argumento concreto para divorciarse. Agotado el filón de las infidelidades, ¿les ha bajado mucho el negocio?
-Lamentablemente no se conoce bien lo que hacemos. No lo saben bien ni los propios abogados y eso que yo también soy abogada. La mayor parte de la gente no sabe para qué sirve un detective a día de hoy. Sólo tienen una imagen formada a partir de las películas.

-Pues en la gran pantalla suelen salir ustedes como una mezcla del Inspector Gadget con Colombo.
-Sí, o es un policía retirado o un guaperas. Nada que ver. En primer lugar, el buen detective no debe llamar la atención así que es mejor que sea la persona más normal del mundo. Tiene que camuflarse lo máximo posible. Si no te ven raro, la gente, normalmente, canta.

-Cuénteme cuál es su récord de horas de guardia.
-En Ourense, cuatro días en un coche esperando que llegara un tipo, el director de un banco. Era un caso de estafa con una infidelidad de por medio. El que nos contrató se  ahorró un buen dinero porque le iban a engañar totalmente. Otra vez estuve desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde metida dentro de un portal, en Santiago.

-¿A quién tenía que controlar?
-A una señora que había tenido un accidente y decía que se había quedado inválida para cobrar más indemnización. Le pertenecían 23 millones y ella pedía 70. La señora caminaba perfectamente y cobró lo que le correspondía, no lo que ella pedía.

-¿Se acuerda de cuál fue su primer caso?
-A nadie se le olvida su primer caso. Fue en el año 1990, hace 23 años. Yo tenía 26. Acababa de empezar a hacer prácticas con Napoleón y él estaba con un caso que terminó en un asesinato y la autora en la cárcel. La policía nos pidió colaboración para darle fotografías y datos de esa persona. Fue un caso muy conocido en A Coruña.

-Eso es llegar y besar el santo. Su primer caso, un crimen.
-También tuve otro más liviano, aunque a mí lo de penal me encanta. Era un problema entre vecinos. A uno le colocaban siempre la basura pegada al muro de su casa y de paso le tiraban algo dentro. Estaba harto y nos contrató para saber quién. Resultó ser el vecino con el que mejor se llevaba de la calle.

-¿Qué es lo que hace realmente un detective?
-Aportar pruebas a las partes de un litigio que no se pueden conseguir de otra manera. En un divorcio, por ejemplo. Ahora la legislación establece que ya no es necesario argumentar el motivo de la separación, pero para determinar las pensiones compensatorias, somos muy necesarios. A un abogado le puede constar que una persona está en el paro porque así figure en el Inem pero a lo mejor la realidad es otra. Lo que hace un detective no lo puede hacer el abogado o un particular, que aporte un testigo. Nosotros podemos descubrir cuánto cobra de verdad esa persona. Con pruebas y con un informe válido para el juez. Somos peritos judiciales pero los abogados no saben usarnos como tal. Servimos para agilizar los casos y para ser más veraces, que hay mucho falso testimonio.

-Para esto se nace pero, ¿qué se hace para ser detective?
-Hay varias ciudades españolas donde se imparte la titulación oficial de detective privado, como Salamanca o Valencia. De Salamanca está saliendo mucha gente, por ejemplo. En Galicia, solo en Vigo. Aunque puedes estudiar Criminología en Santiago y luego convalidar asignaturas. Yo aunque iba para Policía Nacional, finalmente estudié la carrera de Derecho y luego me saqué el título de detective en Madrid.

-Usted que lleva 23 años a la sombra de Napoleón, sabrá cuáles son las claves para ser bueno.
-Sobre todo, la paciencia. No puedes estar con el reloj puesto. Ir siempre con los ojos bien abiertos y tener un sexto sentido.